Desde pequeña me fascinan los mapas. Cada vez que viajo a una ciudad (o incluso a lugares en los que ya he estado), disfruto conociendo sus planos, haciéndome a la idea de la proporción de los espacios, las zonas y la geografía. Me gusta tener esa visión en picado de tanta superficie terrestre, esas primeras pinceladas de información con las que sentirte un poco familiarizada en un entorno completamente desconocido.
Confieso además que me encanta pasar algunos de los ratos muertos que tengo dando una vuelta por Google Maps en versión satélite. Y me lo callaría, de no ser por las auténticas bellezas que me encuentro por este nuestro globo terráqueo. Puro arte, mirad: Leer más