Comienzo la primera de vuestras cartas con un deseo que, en realidad, es más una orden para cuando ya no esté aquí: haced cosas. Apuntaos a todos los planes que propongan vuestros amigos aunque os dé pereza. Si no surgen y queréis vivirlos, proponedlos vosotras. Y si nadie se apunta, no temáis: hacedlos por vuestra cuenta.
No os quedéis sin viajar, sin probar, sin jugar, sin aprender porque nadie os quiera acompañar. Sois fuertes, sois capaces y vais a descubrir que Leer más