Hace tres meses pasé una mala temporada. De esas en las que te planteas dónde estás, qué has hecho con tu vida y qué rumbo debes tomar en el futuro cercano para conseguir esa odisea llamada “ser feliz”.
Aconsejada por varias personas y dejándome llevar por el impulso irracional me matriculé en un posgrado online en CM sin saber muy bien a lo que me iba a afrontar, la verdad. “Te gusta este mundillo, tiene relación con lo que has estudiado y, poniéndote en lo peor, al menos te servirá para culturizarte y crecer como profesional”, me decían.
Sin haber comenzado el posgrado asistí al Nonick, un encuentro europeo de CM que tuvo lugar en Bilbao y que se centró en las redes sociales y las comunidades on line. Hablando claro; flipé. Charlas como la que ofreció la editora on line del New York Times, Jennifer Preston, me cautivaron. Me sentí como Dori en la inmensidad del océano; perdida, pero cómoda. Me gustaba lo que estaba viendo, y me motivó de cara al posgrado.
Hoy hace una semana que comenzamos las clases. Por el momento, los alumnos nos hemos limitado a presentarnos y compartir material interesante que nos encontramos por la red. Me impresionó descubrir que la mayoría tienen años de experiencia en el sector, y me alegra saber que aprenderé de ellos tanto como de la materia que estudiemos.
Ya os iré contando.