Desde hace siete meses cada vez que escucho o leo la palabra salud, healthy o similares me doy un morreo a mi misma y me sale una sonrisilla pensando que he dejado de fumar. ¿Que el día de mañana puedo volver? Puede ser, pero antes de encender ese cigarro debería recordar que:

  1. Es muy guay no depender del tabaco. De tener papel, mechero, tabaco, de agobiarte pensando que ese viaje en avión serán cuatro horas y que a ver cuándo vas a poder fumar… ahora mismo ese día a día que pasé de los 18 a los 30 me parece una tortura.
  2. Hueles que te cagas siempre a perfume, champú, gel… Y tu ropa a jabón. Y tu casa a limpio.
  3. No tengo ni idea del aspecto económico, pero en algo me habré dejado esos dineros (porque ahorrar no he ahorrado, ya os lo digo yo), y sea en lo que sea, seguro que ha sido un vicio sano.
  4. No conozco a ningún fumador que no quiera dejar de fumar. Si lo has conseguido no seas gilipollas, tira ese cigarro y bebe una copa de vino disfrutando de cada sorbo.

Bola extra: ¿Os habéis dado cuenta que a partir de 1970 no hay ni una foto de ningún famoso con un cigarro que resulte glamurosa?. Pensad lo jodido que lo tenéis para que vuestra selfie-malosa-conpitienboca lo resulte.