Hay días como hoy en los que te planteas el número de dedos de frente que tienen los usuarios de las redes sociales y, en general, los ciudadanos de a pie.
Resulta que la empresa francesa Alten ha decidido despedir a tres de sus trabajadores por criticar a sus jefes vía Facebook -noticia aquí -. No es que estos empleados tuviesen agregados entre sus contactos a sus superiores, no. Un ‘amigo’ de uno de ellos se encargó de pasar una copia de la conversación en cuestión, en la que tachaban de “club de nefastos” a la dirección de la empresa, a la compañía.
Como si de una dinámica de grupo se tratara, intento responsabilizar a alguien o algo de estos despidos tan poco oportunos en los tiempos que corren, y Facebook ni siquiera aparece en la lista. Leer más